Like tears in the rain...


En algún momento iba a empezar a escribir acerca de Blade Runner, en el año en el cual se veía que esta historia tomaría forma, me resulta importante hablar sobre la cinta de Ridley Scott. Empiezo a partir de una nota triste, personalmente me caló hondo enterarme de la muerte de Rutger Hauer, quien interpretó a Roy Batty.

Creo que en buena medida esto es así por la importancia que he dado a Blade Runner como cinta, y particularmente a las Lágrimas en la Lluvia, como una de las citas que llevo en la mente de manera permanente. La cinta se proyectó por primera ocasión cuando yo tenía ocho años de edad, recuerdo haberla visto por primera vez cuando contaba con unos doce años, aquellos tiempos en que canal 5 las proyectaba sábados o domingos por la noche. Recuerdo haberme enterado por casualidad y la vi a escondidas, a volumen bajo, puesto que para mis padres era inapropiado que viera televisión hasta tarde. En realidad comprendí poco pero el soliloquio de Roy me atrapó: algo en esas palabras hizo eco en mi mente. Como varios recordarán, la edición que existía entonces era la internacional, aquella que contaba con la infame voz en off, y lo dicho por Deckard no me pareció coherente con lo que Roy expresó, no sabía cómo o por qué, pero algo no me convencía.

Pasaron varios años y llegó la era del VHS, una de las primeras películas que compré fue precisamente Blade Runner, en ese tiempo no sabíamos de Cortes del Director o Ediciones Especiales, comprenderán mi desconcierto cuando vi que la película que conocía no coincidía del todo con esta versión, sin la voz en off, con cambios aquí y allá, sin el final "bonito". Sin embargo, esto resultó fascinante, tenía que atar los cabos sueltos, además que ahora podía ver la cinta cuantas veces deseara. Eventualmente creí entenderlo, aunque la oportunidad de discutirlo con alguien esperaba en el futuro.

En 1997 se lanzó el videojuego de Westwood Studios para PC.
My precious...

En 2007 se lanzó la edición de colección de 25 aniversario y la banda warsie nos organizamos para adquirir cinco copias, también la conservo pero ya es mucho presumir.

Tendrá unos diez años que un alumno me preguntó el por qué me fascina tanto el poema de las lágrimas en la lluvia. En cierto modo no había reflexionado en serio sobre ello, pero mi respuesta fue tan fluida que simplemente era algo que comprendía mas no había tenido oportunidad de manifestar. Mi respuesta fue otra pregunta: "¿cómo diferencias una lágrima de una gota de lluvia?" tras varios intentos el alumno llegó a la respuesta, la lágrima tiene un sabor distinto aunque a simple vista sean iguales. Nueva pregunta de mi parte: "¿podrías distinguir una lágrima en medio de la lluvia?", "solo que pudiera probarla, pero en general no".

 La lágrima es diferente, pero se pierde en medio de incontables gotas de agua. Es una hermosa metáfora de la trascendencia; al final no se trató de que Roy amara tanto la vida que decidió salvar la de su enemigo, como decía Deckard en off, sino que fue su cruzada para darle significado a su existencia, morir por algo da sentido, propósito, valor.
Por eso en BR2049 escuchamos el mismo tema musical en esta escena...

Hay algo más en relación con Blade Runner y mi afecto por los juegos, la partida que Sebastian juega contra Tyrell, y que Roy resuelve, es una de las partidas más famosas del ajedrez: La Inmortal. El nombre de la partida nos indica el simbolismo de la misma, pensando que Tyrell es la mente detrás de la creación de los Nexus, de Roy. Toda la secuencia que parte del final del duelo ajedrecístico es un reencuentro con el padre, una confrontación con Dios en busca de la trascendencia, solo que Tyrell plantea que su camino a la inmortalidad no será literal, sino simbólico. Con el paso del tiempo el uso de esta partida me incomoda, el motivo es que es la partida de ajedrez más utilizada en el cine, como si fuera la única relevante. También porque mi afecto sobre juegos de mesa antiguos han desplazado al ajedrez con el go. incluso cuando se proyectó Blade Runner 2049 albergué la esperanza que el juego asiático reemplazara de algún modo al de los escaques blancos y negros.

Ya dejen descansar esa partida.

Los que hemos desarrollado mucho apego a esta cinta sabemos que Rutger Hauer improvisó el soliloquio, y esto puede relacionarse aún más con el propósito del mismo en la cinta, un momento de genuina inspiración, una idea sobre la marcha, sin planeación, un momento de trascendencia. Tampoco es un secreto que Hauer es recordado precisamente por estas líneas, en una extraordinaria circunstancia el propio actor, por medio del diálogo más reconocido de su personaje más celebrado creó el mejor obituario para si.
"I've seen things you people wouldn't believe
attack ships on fire off the Shoulder of Orion
I've watched C-Beams glittering in the Tanhäuser Gate
All those moments will be lost... in time...
like [y aquí Roy rompe en llanto] tears in the rain...
Time to die."

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